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En el extremo norte de Marruecos, la ciudad de Tánger atrae a los viajeros. En su costa, donde confluyen las aguas del Mediterráneo y del Atlántico, descubrirá una auténtica ciudad acunada por diversas influencias.

Historia Fez irradia un aura singular. Es la Imperial, la depositaria de trece siglos de historia marroquí. Meknes es rica en un pasado prestigioso y guarda sorpresas inesperadas. Atraviese las murallas de la famosa medina de Fez, definida por la UNESCO como de valor universal excepcional. Pasee por las calles del barrio de Fez-El-Bali. La puerta de Bab Boujloud es

Historia Historia antigua y asentamiento. Artículo principal: Historia de las Maldivas § Edad temprana. Los primeros maldivos no dejaron ningún artefacto arqueológico. Sus edificios fueron probablemente construidos con madera, hojas de palmera y otros materiales perecederos, que se habrían descompuesto rápidamente con la sal y el viento del clima tropical. Además, los jefes o caciques no

Entre la tradición y la modernidad, Marrakech es la promesa de sensaciones incomparables. Paseando por la plaza Jemaa El-Fna y por los zocos de brillantes colores y aromas orientales, la ciudad roja responde a su deseo de cambiar de aires con un chasquido de dedos. Los paseos en coche de caballos, las terrazas al sol, los artistas ambulantes y otras actividades diurnas y nocturnas puntuarán su estancia en Marruecos.

En la parte occidental del país, bordeada por las olas del Atlántico, Agadir es una de las perlas de Marruecos. Sea cual sea la estación del año, el sol derrama sus rayos y la ciudad disfruta de un clima agradable que los vientos alisios siguen suavizando. Sobre todo, su paseo marítimo de 10 kilómetros de longitud ofrece a los turistas una magnífica vista del océano azul y la posibilidad de holgazanear en las mejores condiciones.

Historia Historia antigua y asentamiento. Artículo principal: Historia de las Maldivas § Edad temprana. Los primeros maldivos no dejaron ningún artefacto arqueológico. Sus edificios fueron probablemente construidos con madera, hojas de palmera y otros materiales perecederos, que se habrían descompuesto rápidamente con la sal y el viento del clima tropical. Además, los jefes o caciques no